| Recuerdo bien el camino hasta el mar
|
| Las amenazas y una voz quebrada
|
| La incertidumbre, el invierno
|
| Unos ojos abiertos de par en par
|
| En los rincones de la inmensidad
|
| Se esconden cuerpos que quiero tocar
|
| Como decias tu siempre
|
| El sol se pondrá
|
| Y habrá una nueva oportunidad
|
| Se que nuestro momento ha pasado
|
| La nieve empieza a caer
|
| Mi suerte infiel me ha arrancado la piel
|
| No volvera a suceder
|
| Hay plagas, profecias
|
| Hay personas que nos marcan
|
| Señor tiene que haber algo que me pueda calmar
|
| Calmar este dolor
|
| Risas abominables
|
| Se escapo por la ventana el amor
|
| Anda por las cornisas asustado
|
| Ha perdido el control
|
| La Vía Láctea llamando a tu ventana
|
| Como un camino que se abre a la esperanza
|
| La noche avanza y acaricia mi rendición con sus manos de cielo
|
| Susurras a mi oído la unica verdad
|
| La que nos hace tener ganas de volar
|
| Por las tinieblas infinitas que el sueño nos fía
|
| Pero solo hasta mañana
|
| Siento frio me abrigo y te sigo
|
| Te fundes con las estrellas
|
| Tu suerte fiel es tu segunda piel
|
| Tal vez no te vuelva a ver
|
| Hay plagas profecias
|
| Hay personas que nos marcan
|
| Señor tiene que haber algo que me pueda calmar
|
| Calmar este dolor
|
| Risas abominables se escapo por la ventana el amor
|
| Anda por las cornisas asustado
|
| Ha perdido el control
|
| Caerán tus alambras
|
| Los muros de tus entrañas
|
| Señor estoy de rodillas me pregunto porque
|
| Porque tanto dolor
|
| Hay plagas profecias
|
| Hay personas que nos marcan
|
| Señor tu eres ese alguien que me puede calmar
|
| Dame otra oportunidad |