| Ellas crean en las noches paraísos
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| Y sostienen con amor el universo
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| Y a la vez no regatean el esfuerzo
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| Y laboran en mil frentes si es preciso
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| Y le arañan lo que pueden a las horas
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| Y se ocupan de la dieta y de sus nidos
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| No abandonan a sus seres mas queridos
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| Y aun les sobra humor y tiempo y se decoran
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| De ellas, el mundo será de ellas
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| Y todo el poder de ellas
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| Se nota, se siente, ya es mas que evidente
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| Que el mundo será de ellas
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| De ellas, el mundo será de ellas
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| La gloria será de ellas
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| Son diosas de hierro con manos de seda
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| El mundo será de ellas
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| Ellas siembran los talleres de alegría
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| Y transforman los despachos con aromas
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| Por cambiar el sin sentido
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| Tienen prisa por salir y liberarse de las sombras
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| No razonan el amor si se enamoran
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| Y se dan sin condiciones y se entregan
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| Pero rugen cuando el mal la atropella
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| Las deprecia, las golpea, las deshonra
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| De ellas, el mundo será de ellas
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| Y todo el poder de ellas
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| Se nota, se siente, ya es mas que evidente
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| Que el mundo será de ellas
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| De ellas, el mundo será de ellas
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| La gloria será de ellas
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| Son diosas de hierro con manos de seda
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| El mundo será de ellas
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| De ellas, el mundo será de ellas
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| Y todo el poder de ellas
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| Se nota, se siente, ya es mas que evidente
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| Que el mundo será de ellas
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| De ellas |